El mar, en esta plácida playa
del Callao, con sus barcas y
sus aves, con su cielo y
con su sol, me hace recordar
un ayer que fue feliz y
me anuncia un mañana que será
mucho mejor.
Cuántas veces me arrullaste con la
música de tus ondas.
Cuántas veces refrescaste mi piel y
dejaste en mis labios ese
sabor a sal que aún perdura,
a pesar del paso de los años.
Mar inmenso, mar alegre, mar soberbio,
mar terrible, mar amable y cadencioso.
Que tus brisas te conserven por
siempre en mi memoria y que
en tus profundidades, hasta el fin
de los tiempos, descansen mis cenizas.
Juan Luis Herrera Miranda
(Arequipa 1942)